Terminan las clases y ¿qué hacemos con los hijos?.
Dentro de poco millones de niños comienzan sus vacaciones de verano, pero los padres y madres de muchos de ellos aún tienen que trabajar.
¿Qué hacer con los hijos menores, de entre 6 y 13 años, cuando han terminado sus clases y no podemos hacernos cargos de ellos porque las vacaciones de padres y madres, aparte de ser mucho más escasas en la mayoría de los casos, aún no han comenzado? Aquellos que pueden, recurren a abuelos, tíos y tías, campamentos de verano que cubren la necesidad al menos por unos días, etc. A las primeras opciones, no todo el mundo tiene la posibilidad de acogerse y el resto conllevan en la mayoría de los casos un desembolso económico que no todo el mundo puede permitirse.
Ante la imposibilidad de acogerse a alguno de los casos anteriores, en muchas ocasiones no queda más remedio que dejarlos solos en casa. Niños que a pesar de que no queda más remedio, nos vemos obligados a considerarlos lo suficientemente responsables para permanecer solos durante horas hasta que finalice nuestra jornada laboral.
Según datos obtenidos, casi medio millón de niños vivirán esta situación durante el verano.
Turnos partidos, jornadas de 11 a 20 horas, la falta de preocupación por el bienestar de sus empleados por parte de algunos sectores, como puede ser el del Telemarketing; todos estos factores llevan a la imposibilidad de conciliar la vida laboral con la familiar.
Trabajar, trabajar y trabajar, aumentar los márgenes de beneficios a cualquier precio y pasar por encima de las necesidades de los trabajadores. ¿Conciliación? Eso no da beneficios. Esta parece ser la política de demasiados empresarios.
Desde el STC queremos hacer un llamamiento a todo el mundo para que la conciliación laboral no sea una opción que hay que denunciar, como por desgracia vemos en demasiadas ocasiones, para poder acceder a ella, sino un derecho que todos podamos tener por igual, tanto aquellos que actualmente son padres y madres, como los que se plantearían en un futuro formar una familia y poder ofrecer el cuidado necesario a nuestros hijos.