ACCIONISTA RICO, TRABAJADOR POBRE

Nuevo informe de la Comisión Europea:  La desigualdad económica en España en situación crítica. Casi el 28% de la población española vive en riesgo de pobreza y exclusión.

Desde que comenzó la crisis en nuestro país, los salarios más bajos bajan y los más altos suben, la riqueza se concentra, aumenta la desigualdad. EREs, Bajas Incentivadas, Planes de Suspensión Individual o “vayaustedasaber” con qué otro nombre  lo presentan  tienen como fin último amortizar puestos de trabajo que después serán recontratados a través de empresas externas, pero con salarios más bajos: He aquí la Precariedad Laboral. La empresa que contrata a otra que, sin actividad real propia, provee de trabajadores con condiciones salariales y laborales distintas –y peores- que las de sus trabajadores propios. (Esto lo conocemos bien en nuestro sector).

La recuperación económica no está siendo para todos, más bien beneficia sólo a unos pocos, y se está produciendo a costa de profundizar en la desigualdad.

Desde el inicio de la crisis, las rentas salariales han ido perdiendo peso respecto al total del PIB al tiempo que se produce un incremento de los dividendos que las empresas reparten sobre sus beneficios. Estos beneficios se consiguen con incrementos de productividad que apenas se han traducido en mejoras de los salarios. Las empresas desarrollan una actividad económica enfocada a la máxima rentabilidad a corto plazo para remunerar a los accionistas (una media del 98% del beneficio se destina a accionistas).

Los accionistas mejoran su retribución mientras que los trabajadores no mejoran sus condicionessalariales.

Las empresas del IBEX 35 tienen un papel en el aumento de la desigualdad, estas empresas emplean a más de 1,5 millones de personas y alcanzan una facturación conjunta equivalente al 42% del PIB de España, lo que supone gran impacto en la economía española. Ya dentro de estas empresas se pone de manifiesto la brecha salarial observando las diferencias existentes entre los sueldos de sus altos directivos y los de sus propios trabajadores. Estas empresas deben actuar responsablemente ya que sus políticas y prácticas repercuten en nuestra sociedad. Hemos de pedirles fomento de empleos dignos, pago justo de impuestos y renuncia a utilización de paraísos fiscales.

Como bien mencionamos en el título, cuanto más rico el accionista, más pobre el trabajador y desde el STC nos negamos a volver a los tiempos del comienzo de la revolución industrial donde los trabajadores suponían un inconveniente a soportar por parte de los empresarios y accionistas para conseguir sus objetivos de máximo beneficio al menor coste. Desde el STC continuaremos trabajando y continuaremos luchando para que esa merma de condiciones en los trabajadores desaparezca y tengamos acceso a un empleo digno.

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