La expresión “pintan bastos” se utiliza cuando una situación se complica hasta el punto de poder salir perjudicados… hasta este momento, en el ámbito de la negociación del convenio que afecta a los trabajadores de Telefónica de España vemos como, reunión tras reunión, semana tras semana, se asiste a la ceremonia de la confusión sin definir de forma clara aquellas cuestiones que de forma capital afectan a los trabajadores y trabajadoras de nuestra empresa. El propio comunicado difundido por la empresa y firmado por las Federaciones del ramo de los sindicatos socios del plan de pensiones, viene a decir que tras cuatro reuniones “de negociación”, sorprendentemente, se empezará a negociar en Septiembre.
Surge la duda de quién está negociando en nombre de los trabajadores y trabajadoras de Telefónica de España. ¿Representan nuestros intereses o los intereses de sus sindicatos? Desde luego negocian las Federaciones del sector de los sindicatos mayoritarios. Los intereses a los que representan desde luego, sólo ellos los conocen.
Después de una maniobra que ha conseguido hurtar el derecho a la negociación colectiva a más de un tercio de la representación de la plantilla, aprovechando las normas impuestas por la infamante reforma laboral, ahora nos encontramos con que tras cuatro reuniones sólo hay palabras vacuas e ineficacia negociadora… vamos, lo de siempre.
Los contenidos presentados por la empresa son inconcretos y difusos, y ello no es óbice para que sean especialmente preocupantes –máxime conociendo las actitudes dilapidadoras de nuestros derechos de los sindicatos que dicen representarnos allí-; a saber: traspasos de actividad de unas empresas a otras, movilidades funcionales para conservar el puesto de trabajo en la localidad, consideración de “anacrónicos” para ciertos conceptos retributivos, traspasos de trabajadores entre empresas, reducción del absentismo –que ya se encuentra en niveles históricamente bajos-, moderación salarial, jornadas laborales con franjas horarias más amplias y flexibles, adaptación de los horarios de trabajo en Operación a las necesidades de los clientes… por supuesto, están dispuestos a entrar en todo aquello que no les suponga coste alguno, como es el caso del cambio en el sistema de concesión de vacaciones, hacia uno más justo y equitativo… cualquiera sabe el significado de esto para según quien.
Eso sí, la empresa encuentra la regulación de las disponibilidades tan provechosa y productiva -para ellos-, que se plantea extenderla a las otras empresas vinculadas. Que les pregunten a los compañeros de Operaciones que las sufren a diario.
El “sumum” de la falta de compromiso se da cuando hablan de afianzar su compromiso con la conciliación de la vida laboral y familiar, “adaptándose a la legislación vigente en cada momento”… pues faltaría más, faltaría dejar de cumplir la Ley, añadiendo esto a las reiteradas interpretaciones “pro domo sua” que viene haciendo la empresa en la aplicación de muchos aspectos de la conciliación, y que tan a menudo han de corregir los jueces.
No se habla de las condiciones de trabajo en Comercial –presiones, controles enervantes e injustificados, amenazas de sanciones… y también sanciones, ni de la humillación de las involuciones- , de los desajustes provocados por la aplicación de un acuerdo de clasificación profesional precipitado y mal diseñado, que ha perjudicado a Técnicos Medios, Operadores Técnicos, EPIs, Encargados de Operación, Administrativos…
En definitiva, poco o nada se habla de los intereses reales de los trabajadores y trabajadoras de Telefónica. Así nos va… y con estos mimbres así nos seguirá yendo. Lo dicho, pintan bastos.