Un año más, nuestro plan de pensiones vuelve a situarse como uno de los peor gestionados del país. Así, mientras nuestro plan de pensiones ha presentado en el año 2011 una rentabilidad negativa del -5,27%, el resto de planes de pensiones de empleo españoles obtiene una rentabilidad media del +0,50%.
Basten unos simples datos para poner en evidencia la pésima gestión de nuestro plan de pensiones:
* Todas las aportaciones realizadas durante el año 2011 (más de 3.000 euros por trabajador) se han perdido. Tenemos a finales del 2011 menos patrimonio real (considerando inflación) que el que teníamos a finales del 2010.
* A 5 años, nuestro plan se sitúa, en términos de rentabilidad en el puesto 1.084 de 1.089 dentro de los planes de empleo españoles, a pesar de ser el segundo por tamaño. Por cierto, da igual coger cualquier periodo: a 10 años ocupa el puesto 480 de 516 y a 15 años el 126 de 135.
* En los últimos 5 años nuestro plan ha perdido más del 30% de su valor, mientras que el resto de planes de empleo se han revalorizado, de media, un 2%.
* La casi totalidad de las aportaciones al plan de pensiones efectuadas en los últimos 12 años valen ahora, en términos monetarios, menos que cuando se hizo la aportación y ello sin considerar la inflación, que desde esa fecha ha subido un 40%.
Y ante esto, en STC-UTS nos preguntamos ¿POR QUÉ?
– ¿Por qué no se convocan elecciones a la Comisión de Control?
– ¿Por qué no renuncian los responsables de semejante desastre?
– ¿Por qué no se hizo caso de las reiteradas advertencias sobre el excesivo riesgo que asumía el plan lanzadas desde STC-UTS?
No está de más en estos momentos recordar la posición de STC-UTS respecto al plan de pensiones durante estos años:
* Ha advertido reiteradamente del riesgo que asumía el plan. Así, por ejemplo, al inicio de la crisis, en enero de 2008, volvía, una vez más, a solicitar que se rebajase la inversión en bolsa y activos de riesgo (por cierto, como se hizo en la mayoría de planes de pensiones) y que hubiese supuesto que a día de hoy nuestro plan tuviese al menos un 30% más de patrimonio, situándose, por tanto, en la media del resto de planes de pensiones.
* Se opuso al adelanto del plan de transferencia y amortización del déficit. En marzo de 2000, y con unos tipos de interés al 3%, la Comisión de Control aceptó el adelanto de los 80.400 millones de pesetas pendientes del plan de amortización del déficit que nos rentaban un 6% y que la empresa se había comprometido a pagar en un plazo de 28 años al constituirse el plan. Aceptar dicha propuesta supuso renunciar a unos intereses seguros (casi 5.000 millones de pts. anuales) para destinarlos a una bolsa que nos ha generado importantes pérdidas.
* Ha exigido reiteradamente que se volvieran a convocar elecciones a la Comisión de Control. Es obvio que deben ser los trabajadores, los legítimos propietarios del dinero del plan de pensiones, los que deben decidir como se invierte, y que no sean los mismos sindicatos que le privan de dicho derecho, los que decidan por ellos.