1º DE MAYO Y DEROGACIÓN INMEDIATA DE LA REFORMA LABORAL

Desde STC y a la vista de los resultados electorales de las recientes elecciones generales, celebradas el  pasado domingo 28 de abril, en las que se ha otorgado la confianza mayoritaria de la sociedad a las fuerzas políticas progresistas, entendemos que el otorgamiento de ese mandato tiene que tener como consecuencia directa e inmediata que la primera decisión que propicie esa mayoría política y parlamentaria, no sea otra más que la derogación inmediata y en su integridad de las sucesivas reformas laborales que ha padecido la clase trabajadora de este país.

Estas reformas laborales supusieron una grave agresión a los derechos de todos los trabajadores y trabajadoras, comportando una merma sustancial de garantías y derechos que habían sido conquistados a través de años de luchas y esfuerzos.

La excusa utilizada entonces para justificar ese ataque a nuestros derechos como trabajadores, no fue otra que la de la necesidad de hacer frente a la crisis capitalista por la que se estaba atravesando en el momento de introducir las sucesivas reformas. La argumentación que pretendía justificarla fue, en primer lugar, la de combatir las altas tasas de desempleo y temporalidad de la contratación, y en segundo lugar, frenar la progresiva precarización del mercado laboral.

Atendiendo a estos objetivos, no es posible negar que las políticas implementadas por la reforma laboral han sido un completo y absoluto fracaso. De una parte, las tasas de temporalidad en la contratación no han experimentado mejora alguna, siendo el mercado laboral español el que ostenta el liderazgo absoluto en la temporalidad laboral en el ámbito de las economías de la Unión Europea; de otra parte, el nivel de precariedad e inseguridad laboral que padecen los trabajadores y las trabajadoras en España alcanza cotas de auténtico bochorno para nuestra sociedad, y no hacen falta datos para contrastarlo, ya que todos y cada uno de nosotros lo estamos sufriendo en el día a día de los centros de trabajo.

Por si esto fuera poco, los niveles de desempleo siguen en la tasa más alta de las de las diversas economías de Occidente, y la ligera disminución de la misma se asienta, no en la aplicación de la reforma laboral, sino en el repunte de la actividad económica.

Por todo ello, queda meridianamente claro, que las medidas regresivas implementadas por las reformas laborales -tanto las promovidas por el P.P., como las introducidas por el PSOE- han sido un fracaso sin paliativos, y ahora es exigible que la mayoría parlamentaria de progreso proceda a la derogación inmediata de dichas perniciosas legislaciones.

Las promesas de campaña por parte del candidato más votado en las elecciones generales deben de convertirse en realidades de forma inmediata, ya que los trabajadores y trabajadoras de este país se merecen no verse defraudados, especialmente si consideramos los nulos efectos de dichas políticas para mejorar el mercado laboral y reducir el desempleo.

Desde STC exigimos el cumplimiento de dichos compromisos electorales y la derogación inmediata de la reforma laboral en su integridad.

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