La resistencia demostrada por la sociedad española está haciendo frente a la crisis de los últimos años.
STC cree que esta situación no puede continuar de manera indefinida. El estado ordinario de millones de trabajadores en nuestro país está marcado por la precariedad y la incertidumbre laboral.
El apoyo de las estructuras familiares está haciendo soportable un estado de supervivencia que cada día se convierte en más insoportable.
Como contrapartida a lo que ofrecen las estructuras políticas del país la sociedad ha reaccionado de una manera sorprendente. Se ha fomentado una disposición a generar nuevas alternativas políticas que den respuesta a los problemas actuales.
Mientras la crisis económica nos ha traído pobreza, salarios que no dan para vivir dignamente, situaciones en las que muchas familias viven de la pensión de jubilación del abuelo o del subsidio de desempleo del padre, pérdidas de empleo, aumento de los trabajos a tiempo parcial y una temporalidad insoportable, los beneficios del capital no se reparten con los trabajadores, los grandes empresarios tributan fuera de nuestras fronteras en paraísos fiscales y los jóvenes -que nos ha costado años formar en nuestras universidades- tienen que convertirse en emigrantes para forjarse un futuro.
Las cifras macroeconómicas dicen que en términos relativos respecto al PIB somos la tercera economía europea en intensidad inversora en el exterior y la segunda en intensidad receptora y tenemos un tejido productivo más sólido y competitivo de lo que nos quieren hacer creer.
Sin embargo, STC considera que todos estos datos no garantizan el crecimiento si no hay un cambio en el modelo productivo que incremente la productividad y mejore el nivel de vida de los trabajadores. Hasta ahora, todo el incremento productivo ha ido a engrosar los beneficios empresariales haciendo caer sobre los trabajadores el coste de los ajustes realizados.
Desde STC trabajaremos para que haya un reparto más justo de la riqueza generada con el objeto de mejorar las condiciones laborales, económicas y sociales de millones de trabajadores, que las empresas inviertan en I+D+i como fuente de incremento de la productividad y la derogación de las reformas laborales que han ayudado a generar la situación lamentable que estamos viviendo.