LUZ DE GAS

Luz de gas es una expresión que define un tipo de abuso psicológico que consiste en presentar información falsa para hacer dudar a la víctima de su memoria, de su percepción o de su cordura.​ Puede consistir en negaciones simples por parte del abusador, en el sentido de si determinados eventos ocurrieron o no, o incluso en la escenificación de situaciones extrañas con el fin de desorientar a la víctima.

Los mercados, ese ente al que todos los medios nombran varias veces al día, pero que nadie identifica con claridad, decidieron hace décadas que sería una buena idea inventar una nueva Telefónica, que como relata el Génesis, se creó desde la costilla de un semejante, La Telefónica, la de los postes, las cabinas o los locutorios. La de toda la vida. 

En 1998 el viento soplaba a favor, las telecos eran el referente económico, la envidia de la industria, parecía que no había frontera inexpugnable. Si además contabas con un presidente con peinado grunge y amigo del inquilino de La Moncloa, disponías de todo lo necesario para batir records en el ideal yuppie de la época: dar un pelotazo.

Todo ese subidón glamouroso era incompatible con lo castizo, con lo original, con las raíces. Aún faltaban muchos años para que el concepto “vintage” despertara el interés por lo antiguo. Y así, como en el cuento de Cenicienta, como en las casas de esos ricos sin linaje ni abolengo y preñados de complejos, se ocultaba a ojos ajenos a quien supuestamente las absurdas normas no verían con admiración.

Y así pasó en Telefónica con La Telefónica. Se decidió esconderla a ojos externos, y hacerle luz de gas, haciéndonos creer que nuestro negocio, el de siempre, estaba abocado a la ruina, que no aportábamos beneficios y que el futuro residía en otras empresas del Grupo.

Veinte años después la realidad ha impuesto su tozudez, como siempre hace. La Telefónica continúa de pie, y no tambaleándose, sino sujetando literalmente al grupo entero. Hemos visto como pomposas iniciativas del Holding han retrocedido o incluso han desaparecido. Hoy, los “mercados” inspeccionan -con linterna encendida- dentro de las cavidades naturales de Telefónica y La Telefónica vintage se torna en referente. Telefónica sin La Telefónica moriría.

En 2018 el beneficio de Telefónica ascendió a 3.331 Millones de Euros del cual 1.214 los aportó La Telefónica, (36,5%). El resto lo aportaron todas las demás empresas del grupo (móviles, infraestructuras, datos, Europa, Latam, etc). Los datos de años anteriores son si cabe más contundentes:

 

2017

2016

2015

2014

2013

2012

1998

GRUPO

3.132

2.369

2.745

3.001

4.593

3.928

1.307

TdE

1.574

1.085

-421*

1.603

2.000

1.887

902

 

*(Beneficio neto en millones de euro).En 2015 se provisionaron 2.646 M por el PSI. Resultado sin esa provisión: 1.509M.

Como escribió Serrat, “Ara que tinc vint anys, ara que encara tinc força…” (Ahora que tengo veinte años, ahora que aún tengo fuerza…)  ahora nos toca mantener al Grupo en pie.

Quizás te preguntes, si eso es así ¿Porque entonces se firman subidas salariales que apenas mantienen el poder adquisitivo o PSI que son indignos en comparación con los ERE’S que se firma en otras empresas?… Es una buena pregunta. Todos tenemos los mismos datos, no cabe el desconocimiento, así que la respuesta más plausible es que a La Telefónica se le continúa haciendo luz de gas cuando se negocia un convenio.

Por desgracia esto es lo que tenemos. Desde STC nos gustaría que las cosas cambiasen, pero si al final todo siguiera igual, elecciones tras elecciones, siempre nos quedará escuchar dentro de unos años otra maravillosa canción que escribió Serrat que se titula “Fa vint anys que tinc vint anys” (Hace veinte años que tengo veinte años). Al final, como consuelo, la verdad terminará saliendo a la superficie.

Afíliate a STC. Un sindicato que no te hará Luz de gas.

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