La crisis, el surgimiento de nuevos sectores profesionales y los grandes avances en telecomunicaciones han marcado los últimos 15 años en materia laboral.
Efectivamente, es incuestionable que el ámbito laboral es uno de los más afectados a nivel global. Cabe destacar varios motivos, por una parte los socio-económicos, la crisis, los retrocesos salariales que ha conllevado y la caída del índice de ocupación.
Por otra parte, la entrada imparable en nuestras vidas del desarrollo tecnológico y el avance las telecomunicaciones.
Esto ha llevado a cambiar el modo de trabajar, al extraer la actividad laboral del entorno físico de trabajo al que estábamos acostumbrados. Los correos electrónicos o los buzones de almacenamiento colectivo, fácilmente asequibles en nuestros dispositivos personales, dan inmediatez a cualquier actividad profesional, estrechando distancias y fomentando el teletrabajo. Pero como contrapartida convierten al trabajador/a en un/a adicto/a y lo unen al trabajo fuera de la jornada establecida.
Desde STC hemos consultado a nuestros compañeros sobre este tema, pues el análisis es demasiado importante como para dejarlo pasar, y efectivamente la mayoría de los que tiene teletrabajo, alargan la jornada más allá de lo deseable, con lo cual cabría pensar que la razón por la que nació esta forma de trabajar, es decir, conciliar la vida laboral y personal, queda definitivamente anulada.
El secretario general de Adecco, Santiago Soler, sitúa el cambio en el ámbito laboral fundamentalmente “en los procesos productivos, en la organización de las empresas, el impacto de las nuevas tecnologías, el acceso a la información…..que hace un mercado de trabajo diferente: más flexible, más colaborativo, más pegado a la realidad de la empresa”.
Desde STC añadimos, en definitiva: más esclavo, más depredador.