OFERTA A EMPLEADOS DE TELEFÓNICA

En estos días hemos asistido a bombo y platillo a la presentación de nuevas ofertas comerciales para empleados de Telefónica por parte de la Empresa y sus socios sindicales.

Ya está bien que toque a revisión la oferta a los empleados, puesto que desde el primer momento STC había denunciado que la oferta nos parecía insuficiente. Presentamos en mayo del 2018 escrito al Comité Intercentros solicitando mejorar la oferta de empleados y que se ampliara al resto de productos del catálogo. Decíamos que, los productos de nuestra empresa evolucionan, pero no teníamos acceso a ellos. La oferta Fusión que como empleados podíamos contratar era escasa, basada únicamente en dos paquetes Premium Extra, uno con dos líneas móviles y otro con cuatro líneas móviles, por cobre o fibra y en su más alta modalidad.

Desde STC creíamos que los empleados deberían de tener acceso a todas las modalidades de Fusión con una oferta en precio, sin olvidar a los empleados que tienen su dúo sin más. Estábamos convencidos que una oferta total del catálogo posibilitaría que muchos más empleados contratasen con Movistar sus servicios de telecomunicaciones y así lo indicábamos.

Al final el tiempo nos ha dado la razón de nuevo. Se ha tenido que mejorar la oferta inicial ya que muchos empleados no encontraban encaje en sus economías y en sus servicios. No era de recibo pagar por cosas que no se iban a usar como alguna línea de móvil de más para un soltero o el futbol para quien no le guste o teniendo que ir a la competencia a encontrar una tarifa mejor.

Para mayor abundamiento, está el asunto fiscal. La subvención de la cuota repercute una cuantía como retribución en especie. Dicha cuantía se basa en un precio, que en ningún caso es el precio de mercado, sino el precio de catálogo. Es decir, a los clientes cuando se les rebaja el precio sobre el catálogo, se considera un descuento, sin más transcendencia, y a los empleados se nos imputa como retribución en Especie.

Desde STC consideramos que este asunto también tiene que cambiar. La imputación no puede estar basada en un precio que no es el de mercado, por lo que debería ajustarse ese precio al precio real de mercado o a precio de coste del servicio. Esto supondría un importante ahorro fiscal para el empleado y ningún coste para la empresa y así lo denunciábamos a la empresa en abril de este mismo año, solicitando su cambio. 

Esperamos que estas mejoras se introduzcan a la mayor brevedad posible, para que el tiempo de espera no nos vuelva a dar la razón.

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