SEGUIMOS CON LA PARABOLICA EN PLAN DE PENSIONES

En el mes de mayo pasado os hicimos llegar un informe analítico sobre la situación del Plan de Pensiones de Empleados de Telefónica hasta el 31 de diciembre de 2019. Ahora, una vez que se ha cerrado el ejercicio 2020 hemos actualizado los datos y los hemos incluido en nuestro informe de situación del Plan de Pensiones, para que puedas contrastar la información oficial con la que desde STC han elaborado nuestros técnicos y extraer tus propias conclusiones. Esperamos que te resulte útil.

El ÚLTIMO AÑO.

Durante 2020 han sucedido muchas cosas que han afectado al Plan de Pensiones. El Tsunami provocado por el COVID-19 ha vapuleado los mercados de renta variable y también algunos activos “refugio” provocando que las caídas en las rentabilidades fueran notables. No obstante, durante la segunda mitad del año el comportamiento de la renta variable ha permitido cerrar el año con resultados prácticamente neutros (un -0,72 con una inflación negativa de -0,53) algo que parecía impensable en abril.

Aunque este año los números no han sido excesivamente voluminosos, debes considerar que las rentabilidades negativas son tremendamente perjudiciales para una inversión, ya que puede mermar en gran medida el capital mientras transmiten la percepción hacia el inversor de que la afectación no es tan grave. Ese efecto es debido al enmascaramiento que los guarismos porcentuales producen. Veamos un ejemplo: si un capital de 100.000 euros obtiene una rentabilidad del 50% el primer año, dispondremos de 100.000 + 50.000 = 150.000 euros a final del año. Si al año siguiente sufriéramos una rentabilidad negativa del 50% el resultado sería 150.000 – 75.000 = 75000, es decir, nos hemos dejado por el camino un 25% del capital inicial, aunque los porcentajes sumados inviten a pensar que su efecto es CERO. Es por ello que las rentabilidades negativas deben ser mucho más tenidas en cuenta de lo que sus porcentajes revelan.

En materia de regulación, también se han incluido algunas modificaciones importantes en 2020. El 30 de diciembre se publicó la Ley 11/2020 que introducía algunas modificaciones en la regulación de Planes y Fondos de pensiones, en particular en lo referente al importe máximo de aportaciones:

Se reduce de 8.000 a 2.000 euros el límite máximo de reducción por aportaciones del partícipe al plan de pensiones. No obstante, se podrá incrementar dicho límite en otros 8.000 euros, lo que permite alcanzar el máximo de 10.000 euros anuales cuando dicho incremento provenga de aportaciones realizadas por el Promotor del plan (La Empresa).

Esto hace que aquellos empleados que han dejado de ser partícipes activos tengan que configurar su estrategia de aportaciones voluntarias a planes ya sean de empleo o privados, puesto que esta reducción desincentiva aportaciones que no provengan de la Empresa.

LA RENTABILIDAD ANUAL Y EL DATO ENGAÑOSO DE LA RENTABILIDAD ANUALIZADA.

Desde su constitución a finales de 1992, el Plan de pensiones obtuvo grandes rentabilidades anuales, por encima del 10% los primeros años, en parte ayudado por tasas de inflación elevadas, hasta que en el año 2000 nos pusimos en alerta al recibir el primer ejercicio en negativo. Ese umbral se rebasaría de nuevo dos años después y en 2008 daría un serio golpe a nuestros ahorros con pérdidas del 26,86%. Después le siguió una década de oscilaciones moderadas con unas importantes pérdidas en 2018 del 3,8% (más el 1,18 de IPC) y un buen año 2019 para llegar a 2020 con leves pérdidas a pesar de lo mal que comenzó el año. Luego veremos como la rentabilidad real de una aportación hecha hace años al plan no se corresponde con la suma de sus rentabilidades anuales.  

En esta primera gráfica repasamos la rentabilidad histórica y el IPC anual desde el inicio de plan de pensiones. Hemos situado el IPC junto a la barra de la rentabilidad para que puedas comparar la rentabilidad junto al IPC.

 

La rentabilidad anualizada a 31 de diciembre pasado desde el inicio del plan informada por la Comisión de Control es de 4,17%. Ese dato no aporta ninguna información valiosa al partícipe ni al beneficiario. Lo explicamos a continuación.

Desde STC siempre hemos dicho que la rentabilidad media del Plan de Pensiones no es un indicador adecuado para hacernos una imagen real de cómo ha evolucionado nuestro dinero en el Plan.

El motivo lo encontramos en que esa rentabilidad solo afecta a aportaciones realizadas al inicio del Plan, y nada dice de cómo ha evolucionado una aportación realizada con posterioridad. Por ejemplo, quién se adscribió al Plan de Pensiones en el año 2010 nada le aporta esa rentabilidad. Además de ello debemos tener en cuenta que la mayor parte de las aportaciones corresponden a fechas posteriores a la creación del plan, por lo que la rentabilidad media no resulta una información útil. Hemos trasladado los rendimientos a una gráfica donde es posible comparar cual es la rentabilidad media del Plan de Pensiones partiendo desde tres momentos distintos: el inicio del Plan (21/12/92), el 1 de enero de 2000 y el 1 de enero de 2010. En la gráfica siguiente podrás comprobar que la rentabilidad anunciada por la Comisión de Control nunca se ha alcanzado para los partícipes del Plan incorporados con posterioridad al 2000. La rentabilidad anualizada desde enero de 2000 es de 1,44% y desde enero de 2010 de 2,38%

En el siguiente análisis podemos comparar cómo ha evolucionado una aportación de 100 euros hecha el 1 de enero de 2000, otra realizada el 1 de enero de 2010 además de otra al inicio del Plan de Pensiones.  Se puede observar que, la rentabilidad total de la aportación en cada periodo no tiene nada que ver con la suma de las rentabilidades anuales.

En todos los casos hemos calculado el impacto del IPC publicado por el INE en el periodo. Los datos no dan lugar a dudas: las aportaciones de inicio de milenio dan rendimiento negativo (el dinero en el plan vale menos ahora que cuando se aportó). Las aportaciones realizadas en 1992 son las que más rendimiento aportan, pero ha de considerarse que las aportaciones más importantes fueron realizadas años después de esa fecha. Para constatarlo solo hay que comprobar cuanto aportamos en diciembre de 1992 al plan de pensiones contra lo que aportamos en enero de 2000 o en enero de 2010. 

GASTOS DE GESTIÓN:

Un apartado que genera multitud de preguntas es el de los gastos de gestión y su impacto en la rentabilidad del Plan. Hemos analizado las cuentas anuales desde 2000 hasta 2020 de tres conceptos de gestión, siendo el más voluminoso el que corresponde a la Entidad Gestora. Debes saber que las tarifas establecidas para la Entidad Gestora (Fonditel) y para la Entidad Depositaria (BBVA) no establecen cláusulas vinculadas a la rentabilidad del Plan, por lo que el cobro de comisiones es independiente del resultado. El coste de Fonditel se ubica desde 2009 en una horquilla entre 9 y 10 millones de euros anuales. La Entidad Depositaria (actualmente BBVA) tiene una tarifa con pocas oscilaciones que ha ido reduciéndose desde los 826 mil euros en el año 2000 hasta los 640 mil euros de 2020 alineada con el volumen del plan. En la siguiente gráfica mostramos la comparativa de tres gastos de gestión frente a la rentabilidad del Plan.

VALORACIÓN

Desde hace décadas en STC hemos considerado que el tratamiento que se daba al Plan de pensiones no era el adecuado, debido a la alta exposición del dinero. Consideramos que un complemento para la jubilación debe huir de operaciones de alto riesgo. Las oscilaciones de la rentabilidad hablan de una alta volatibilidad de nuestros ahorros, algo que no es adecuado para un sistema de previsión social.

No es casualidad que, desde que se introdujeron en 2003 modificaciones en el reglamento para eliminar las elecciones a la Comisión de Control y se optó por incrementar las inversiones de alto riesgo, como la renta variable, unido a la oferta de otros productos nuevos por parte de Fonditel, ha sido cuando el Plan de Pensiones de Telefónica ha sufrido sus mayores descalabros, coronada con la catástrofe de 2008 y rentabilidades anodinas, por debajo de la media de los planes de empleo.

Que la entidad gestora tenga una remuneración independientemente del resultado del plan de pensiones no lo consideramos adecuado. Los técnicos expertos en inversiones y productos financieros son los profesionales de la Entidad Gestora, por lo que consideramos que entra dentro de la lógica exigir resultados.

Los planes de pensiones se han convertido en productos de pago de diferido de impuestos, debido a que su mejor ventaja – que es no tributar por el 40% de los derechos consolidados – ya no se aplica a las aportaciones posteriores a 2006. Eso hace que deba analizarse con mayor profundidad cual es el momento óptimo para el rescate de los derechos consolidados.

Desde STC nos limitamos a informar con rigor de lo sucedido, ya que durante lustros hemos recibido el mensaje vía procesos electorales de que los gestores deben seguir siendo los mismos, por lo que, aunque los números digan lo que dicen, la voluntad de los partícipes es que no haya cambios en la gestión. Podemos asegurar que los empleados que se adhirieron al Plan con posterioridad al año 2000 son los que más perjudicados salen por los malos resultados del Plan de Pensiones. De ellos es el futuro y ellos deben decidir qué hacer con el Plan.

Desde hace años en STC venimos asesorando a nuestros afiliados sobre la fiscalidad de los sistemas de previsión social existentes en Telefónica, fundamentalmente el Plan de Pensiones y el Seguro de supervivencia, ayudándoles a decidir el momento óptimo para su cobro.

Seguiremos profundizando sobre el plan de pensiones en próximas publicaciones.

Afíliate a STC.

 

 

 

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